Si en 10 consejos que debes tener claros para diseñar una vivienda te dábamos ciertas ideas para empezar a proyectar una casa de cero, en este post queremos proponerte algunas de las claves que nos guían a la hora de abordar un proyecto de rehabilitación.
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Seguramente habrás escuchado aquello de que, en muchos casos, es más rentable comprar un producto nuevo que intentar reparar lo viejo. Cierto, en bastantes situaciones esto es así, sobre todo si lo que se pretende arreglar es un objeto de consumo realizado en serie, donde los costes de producción se reducen a la mínima. Para el caso de las obras de vivienda y proyectos de arquitectura hay de todo y, aunque suele dar más trabajo reparar lo antiguo que construir lo nuevo, sobre todo a nivel proyectual, sanar lo que está enfermo, recuperar lo que se ha descuidado proporciona muchas otras satisfacciones.
Una rehabilitación no tiene por qué ser un lujo si se actúa con cierta lógica y no se pretende borrar por completo toda vida anterior.
Estas son 6 ideas para afrontar la rehabilitación de tu vivienda sin morir en el intento.
Índice
Toggle1. Heridas y cicatrices: El tiempo y la reparación.
Una vivienda antigua guarda los sedimentos de las personas que la han habitado. Marcas, cicatrices del lento discurrir del tiempo son pruebas de que se ha vivido y por lo tanto esto no tiene que ser un problema si tu decides que no lo sea.
En Japón existe una práctica hermosa que consiste en reparar viejos jarrones o cerámicas que se han roto uniendo sus trozos con oro líquido. El "Kitsugui" que para occidente puede no ser más que un mero formalismo estético o pura decoración guarda toda una filosofía. Dice:
Eres frágil, porque eras frágil te has roto pero estas vivo y porque estás vivo te has repuesto.
La cicatriz se hace fuerte a través del oro y, en vez de ocultarla, llama aún más la atención pues sanar se considera una virtud. El resultado es hermoso porque la cicatriz casual vuelve a cada objeto rehabilitado un ser único.
Dime, ¿no sería maravilloso poder aplicar esta filosofía en la rehabilitación y reforma de nuestras viviendas?
El Kitsugui es una práctica japonesa ancestral que consiste en reparar los objetos que se han roto mediante cicatrices doradas.
Esta filosofía resulta una maravillosa estrategia de rehabilitación.
2. Libérate de lo superfluo.
Vidas diversas dan como resultado necesidades diversas. En la práctica esto quiere decir que seguramente te encontrarás con algunos añadidos arquitectónicos que desvirtúan la imagen general de la casa y por lo tanto habrás de sopesar si merece la pena mantenerlos o no.
Entra en la vivienda, detente a observar los materiales, pasa una mano por sus muros. Intenta mirar con cuidado cada estancia como un doctor pero también como un arqueólogo y decide.
Esta es la fase en la que determinamos qué heridas son sanables y cuales no. No te preocupes, la manera de tratar esas cicatrices, el remedio, lo aplicaremos luego como una actitud de diseño interior más. Ahora de lo que se trata es de guardar la esencia. De saber qué partes importantes debemos conservar: Qué muros, qué elementos estructurales. Qué volumetría, qué estancias...
Liberar la construcción de todo lo superfluo ayuda a dignificar aquellos elementos que deben ser valorados.
A veces dejar visto lo que está cubierto es una buena forma de dar carácter a los espacios de la vivienda.
En construcciones en estado de ruina una estrategia puede consistir en integrar los elementos nuevos sin intentar reconstruir lo que se ha derrumbado.
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3. No lo tires todo, guarda un pequeño baúl de los recuerdos.
Toda vivienda es un baúl, o... varios. No queremos guardarlo todo porque necesitamos dejar sitio para nuestros recuerdos sin embargo si en tu vivienda hay objetos haz un pequeño inventario y decide qué debe quedarse y qué debe irse.
Un viejo espejo roto, una lámpara de aceite, una vieja cómoda... el retrato de alguien que ha vivido allí ... todo lo que forma parte de ese lugar puede ser un portador de recuerdos que puedes utilizar luego como un objeto decorativo importante.
Convertir antiguas puertas abatibles en correderas o emplear objetos propios del lugar como objetos expositivos otorga personalidad a las estancias sin embargo, es muy importante que lo viejo sea del lugar y no algo añadido e impostado.
4. No tengas miedo a lo nuevo. Todo lo que hagas, que se note.
Hemos sido respetuosos. Hemos mirado con lupa los elementos estructurales, hemos dibujado por completo el estado actual y, en los planos, hemos separado el grano de la paja. Hemos limpiado de añadidos superfluos la construcción original, y hemos puesto casi con letras rojas aquello que no se toca. Bien pues una vez hecho esto toca diseñar lo nuevo, es decir, introducir nuestra propia manera de vivir.
Si se hace con cuidado y respeto una vivienda que ha vivido durante siglos es capaz de soportar cualquier cosa incluso nuestro ordenador portátil o nuestro automóvil. Con la cocina, la cubierta o el suelo pasa exactamente lo mismo. No queremos una vivienda del siglo pasado, queremos una vivienda para nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI por lo tanto, todo lo que introduzcas nuevo, que se note.
Esta es una regla empleada en las restauraciones de toda Europa. Nada se reconstruye como estaba antes. Si un muro se rehace que se note, si se introduce una lámpara que se note. No intentes que todo parezca antiguo pues ¿qué valor tendría precisamente lo que tiene edad si lo nuevo se crea con su misma imagen? ¿Recuerdas la filosofía que aplicaban los Japoneses a la hora de reparar sus jarrones? Esa es nuestra filosofía.
Lo nuevo siempre llamará la atención por ser nuevo, lo antiguo por ser antiguo. Integrar ambos en una estrategia proyectual de rehabilitación conjunta ayuda a respetar y valorar cada una de las cosas en sus justos términos.
5. Menos tabiques, más espacio para vivir.
Esta es una norma para todo. Si has leído 10 Conceptos que debes tener claros para diseñar una vivienda seguramente ya te acordarás de esto, pero no está de más recordarlo. En una rehabilitación salvo casos concretos, suele haber demasiados tabiques. Si te has tomado la molestia de definir cuales eran importantes y cuales no seguramente esta recomendación sobra pero si la vivienda en cuestión no tiene, o has tenido que descartarlos todos ahora tienes una oportunidad de poner muchísimos menos y ganar espacio.
Nuestro objetivo es el espacio y esto solo se consigue mediante un diseño claro.
La casa en Alenquer de Aires Mateus se construye dentro de los muros de una antigua construcción de manera que lo viejo conforma un filtro o un espacio de transición hacia la ciudad circundante.
Buscar la simplicidad en la actuación e incluir formas geométricas puras en espacios complicados ayuda a conseguir estancias de gran calidad espacial.
6. Rodéate de profesionales sensibles que te entiendan y ayuden.
Muchas veces queremos hacerlo todo nosotros mismos y esto está muy bien. Tenemos grandes capacidades y seguramente podremos hacer grandes cosas pero seguro que hay otras que se nos escapan. Por supuesto todo el mundo puede distribuir una vivienda o elegir los muebles del salón si se lo propone pero encontrar una solución efectiva e integral de rehabilitación para el conjunto es una habilidad que se aprende con el tiempo.
Rodearte de profesionales que tengan sensibilidad hacia las cosas te aportará nuevos puntos de vista que a priori no se te habían ocurrido.
Soluciones novedosas para rehabilitaciones con personalidad: eso necesitamos.
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1 comentario en «Rehabilitaciones: conservar o tirar, ¿ es esa la cuestión ?»
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